Análisis de la obra de Banksy

A la hora de analizar el trabajo de Banksy, hemos de tener en cuenta que comienza en el mundo del grafiti como medio de expresión personal:

“Nadie me escuchó alguna vez, por lo que solía pensar que la culpa era de ellos […]. Si quieres decir algo y que la gente te escuche, entonces deberás usar una máscara. Si quieres ser honesto, tendrás que vivir una mentira”. Banksy.[1]

Es por ello que la iconografía de Banksy lleva una gran carga satírica con el objeto de comunicar su mensaje, para lo cual hará gala de una variada combinación de técnicas y actuaciones arriesgadas que en muchas ocasiones han expuesto su tan preciada identidad y en otras su propia vida. La obra en sí es sólo un medio para expresar ese mensaje, una mera herramienta mediante la cual hacer reflexionar a los viandantes o simplemente sacarles una sonrisa.



[1] Banksy 2002: 4. Traducción propia.

En la calle

Ría ahora, pero un día estaremos al mando, de Banksy - Fuente: Banksy 2006: 15

En sus primeros años, Banksy llenará las calles de Bristol de ratas y monos como medio de crítica social, si bien son presentados de forma distinta. Así, mientras los monos parecen recoger el desaliento humano, la opresión que el establishment[2] ejerce sobre las personas, las ratas son humanizadas, ejerciendo actividades asociadas al ser humano: ya sea tomando fotos, vestidas como hombres de negocio, turistas, raperos, activistas antisistema, manifestantes sosteniendo carteles para mostrar algún mensaje, armados hasta los dientes o desafiando el orden establecido.

En este caso, el mono aparece representado como un autómata, con dos antenas que parecen manejarlo por control remoto mientras porta un cartel publicitario sobre el que se escribe el mensaje “ría ahora, pero un día estaremos al mando”, en alusión al poder que ejerce el ser humano sobre el resto de animales y especialmente sobre los monos, que son frecuentemente considerados como estúpidos o primitivos, incapaces de realizar las tareas más simples y utilizados en experimentos cuando no son cazados o recluidos en zoológicos. La expresión corporal indica abatimiento, resignación y estatismo dada la posición cabizbaja, con los brazos bajados, en señal de sumisión. Es, en definitiva, una crítica a la supremacía humana.

Este grafiti, datado en 2001, está hecho mediante la aplicación de una única plantilla pintada en positivo con aerosol negro de forma que su impresión resulta rápida pero el mensaje contundente. En el mismo, vemos la combinación de imagen y texto para destacar el mensaje que el autor quiere transmitir.

La aplicación de la plantilla merece especial atención pues, a pesar de ser una imagen con una gran cantidad de detalles, podemos adivinar que sólo está hecha con una única pieza por la conexión continua de los trazados, algo que se ve perfectamente en el perfilado de las cejas y la oreja izquierda del mono. Además, la aplicación del aerosol está ejecutada con gran rapidez y sin acumular pintura de forma que no gotee y la imagen quede perfectamente perfilada. Por otra parte, esa aplicación rápida y suelta permite dejar un degradado que hace que la imagen gane textura. También es de destacar la sola imprimación en aerosol negro, dejando el propio fondo de la pared como segunda combinación de color. Finalmente, indicar que, al contrario que muchos de sus trabajos, éste está firmado por Banksy con su característica tipografía, algo común en sus primeras intervenciones pero que, a medida que su obra se da a conocer, abandona por el miedo a desvelar su preciada identidad en caso se ser cogido in fraganti.

Al igual que Blek Le Rat, Banksy también plasmará multitud de ratas, si bien no tendrán el sentido del parisino[3]. En el de Bristol las ratas son un reflejo de las clases oprimidas de la sociedad, las más numerosas, lo que hace que en estas clases esté el poder de cambiar las cosas.

“Ellas (las ratas) existen sin permiso. Son odiadas, cazadas y perseguidas. Viven en silenciosa desesperación entre la inmundicia. Y, sin embargo, son capaces de poner de rodillas a civilizaciones enteras.

Si eres sucio, insignificante y no querido, entonces las ratas son el mejor modelo a seguir.” Banksy[4]

Rata fotografiando, de Banksy - Fuente: Banksy 2006: 108

En contraste con esa imagen de sumisión del mono, en esta imagen de 2005 tomada cerca de Picadilly Circus(Londres), la rata cambia diametralmente de actitud. Parece sorprendernos al salir de detrás de la cabina mientras cierra un ojo para encuadrar la foto que nos va a hacer. El cuerpo está girado hacia su derecha, pero la cara está dispuesta de forma que nos mira de frente, de tú a tú. Esta postura hace que, veamos la pintura desde la posición que la veamos, la rata siempre nos mire fijamente. En una actitud claramente antropomorfizada, sostiene una cámara fotográfica preparada para disparar, para captar nuestra cara de sorpresa.

En esta obra vemos una complejidad aún mayor que en la del mono. En ella, el autor inglés emplea, al igual que en la anterior, una sola plantilla dividida en dos partes: por un lado, la cara de la rata y por otro la cámara, definiendo el cuerpo a mano alzada. Antes de aplicar la plantilla en sí, que ejecutará con aerosol negro, hace una primera intervención con una base gris y blanca a mano alzada para que elementos como el bigote, las patas (presentadas como manos) y la cámara, queden perfilados en blanco y gris claro una vez que se aplica el negro con la plantilla. Hecha la primera intervención, se vale de aerosol blanco para dar volumen a ciertas partes y rematar otras. Así, vemos la aplicación de spray con distinta carga y con pasadas sueltas para darle volumen y textura en la cabeza, en la cinta que sostiene la cámara, en las “manos” y en el objetivo.

Entre 2005 y 2007 Banksy realiza una de sus actuaciones más audaces pintando diversos grafitis en el muro de Gaza y Cisjordania, declarado ilegal por la Corte Internacional de Justicia, quien insta a su desmantelamiento.

Banksy hace distintas intervenciones para denunciar este muro ilegal que separa Israel de Palestina, “la prisión más grande del mundo al aire libre”[5], poniendo en riesgo su libertad… y a juzgar por sus palabras, su propia vida tras una “broma” de su guía:

  • “Guía: Puedes pintar aquí. No hay guardias en las torres de vigilancia, no vienen hasta invierno.
  • Banksy: (volviendo al coche tras pintar durante 25 minutos) ¿Qué es tan divertido?
  • Guía: (riendo histéricamente) Por supuesto que los guardias están en las torres, hay francotiradores con walkie-talkies.”[6]

Descripción: D:\Humanidades\TFG\Trabajo Banksy - Historia de arte moderno\imagenes finales\19 wall and piece 140.png

Detalle de la torre de control próxima al grafiti de Banksy - Fuente: Banksy 2006: 140

Grafiti sobre el muro de Cisjordania, de Banksy- Fuente: Banksy 2006: 141 y Niños jugando en la playa, de Banksy. Muro de Cisjordania - Fuente: Banksy 2006: 138

 

“Niña con globos”, de Banksy. Muro de Cisjordania - Fuente: Banksy 2006: 139

En esta intervención, el artista crea una brecha en el muro en el que pinta un cielo azul contorneado por un perfilado negro que emula una grieta sobre el muro, un recurso a modo de trampantojo que permite dar esa idea de que hay que derribar el muro para poder ver el cielo que hay al otro lado. Ambos trazados, a mano alzada, ejercen de fondo para una plantilla en blanco y negro que representa a un niño que se asoma con un cubo de playa amarillo y una pala. Delante del niño, y como formando parte de la escena, se amontonan los escombros de lo que parecía ser una carretera, aportando una imagen caótica al conjunto.

Banksy se vale de la imagen de inocencia que transmiten los niños para llegar al público, algo evidente a lo largo de muchos de sus trabajos. En el “muro de la vergüenza” repetirá esta imagen en dos grafitis bien distintos.

En el primero de ellos, repite la simulación de una brecha abierta en el muro, una ventana bajo la cual hay dos niños jugando con cubos y palas como si estuvieran en la playa, ambas imágenes hechas con dos plantillas: una que actúa de base blanca y otra negra para terminar los sombreados y perfilados. Por otra parte, deja sin fondo el bañador del niño de la derecha, quedando el gris del hormigón, y pinta el cubo de este niño de color amarillo para realzarlo sobre el conjunto.

En la brecha, Banksy se vale de la técnica del póster para poner una imagen de fondo con una playa caribeña que asoma entre la brecha abierta.

En el segundo grafiti, una niña trata de pasar al otro lado del muro volando con unos globos. Banksy se vale de dos plantillas en positivo, una para los globos y otra para la niña, que rellena completamente de aerosol negro con trazados rápidos y ligeros de forma que aún podemos apreciar la textura del hormigón.

Todas estas acciones, sin embargo, no tienen toda la complicidad que al artista británico le gustaría entre los palestinos, tal como cuenta el propio Banksy en Wall and Piece[7]tras un encuentro con un viejo del lugar mientras terminaba un grafiti:

  • “Viejo: Has pintado el muro, lo has hecho parecer bonito.
  • Banksy: Gracias.
  • Viejo: No queremos que parezca bonito, odiamos este muro, vete a casa.”

Paloma de la paz con punto de mira Niña cacheando

Paloma de la paz con punto de mira - Fuente: pinterest.es y niña cacheando a soldado - Fuente: smithsonianmag.com

 

El apoyo mostrado por Banksy al pueblo palestino, en favor de la paz y en contra del muro, se ha traducido en otros trabajos muy destacados y cargados de punzantes mensajes. Así, en una pared en diagonal frente a una de las torres de vigilancia del muro en la ciudad de Belén, encontramos un impactante grafiti: una enorme paloma de la paz ataviada con un chaleco antibalas que es apuntada por una mira que parece venir de la torre. En la misma ciudad también podemos encontrar a una niña cacheando a un soldado de las fuerzas armadas israelíes y a un activista lanzando un ramo de flores a modo de cóctel Molotov contra los antidisturbios, una de sus obras más icónica, reproducida en una gran variedad de merchandisingalrededor de todo el mundo y en la que confluyen dos de sus pasiones: la lucha callejera y la paz.

Activista con ramo de flores

Fuente: reemplaz0.org

 

Estas audaces acciones culminaron en 2017 con la inauguración de The Walled Off Hotel, un juego de palabras que recuerda a los hoteles de lujo Waldorf y cuyo reclamo es que “No hay hotel con peores vistas en el mundo”, pues las 10 habitaciones dan directamente al muro de hormigón construido por Israel.

Habitación del Walled Off Hotel

Habitación del Walled Off Hotel

Fuente: walledoffhotel.com

 

Habitación con vistas al muro

vista del muro de Cisjordania desde una habitación

Fuente: walledoffhotel.com

 

La reutilización y modificación de elementos será una técnica ampliamente utilizada por Banksy ya que produce un gran impacto en el espectador y facilita la transmisión del mensaje pretendido. En este sentido, Banksy reutiliza todo: desde desconchados en las paredes hasta mobiliario urbano pasando por imágenes de la cultura pop, promocionales, publicitarias, de políticos y gobernantes, hasta símbolos como la gorra del Ché Guevara o la bandera europea. Nada parece escapar a la mirada satírica de Banksy.

Niña sobre columpio

Niña sobre columpio, de Banksy - Fuente: banksy.co.uk

 

En esta pintura, modifica la palabra parking dejando solo parky añade a una niña que se columpia sobre la A, una crítica a la falta de oportunidades a la que se enfrenta la juventud y que se ve reflejada en la escasez de espacios para su esparcimiento en el ámbito urbano.

La representación de la infancia y de las dificultades a las que se enfrenta o los peligros que le acechan se configura como un potente mensaje de gran impacto visual, un arma que Banksy no podía dejar escapar para transmitir sus ideas.

Un caso de reutilización polémica es esta imagen en la que se reproduce la famosa foto de Nick Ut La niña del napalm, una niña vietnamita de 9 años que sufrió un ataque de napalm lanzado por un avión del ejército survietnamita en coordinación con el mando estadounidense en Saigón cuando corría el año 1972, imagen que daría la vuelta al mundo y que resultó decisiva para acelerar el fin de la guerra.

La niña del napalm, de Nick Ut

La niña del napalm, de Nick Ut - Fuente: abc.es

 

La niña del napalm, de Banksy

La niña del napalm, de Banksy - Fuente: elmundoenmimaleta.com

 

En la imagen reeditada por Banksy, la niña, que corre con los brazos abiertos, es agarrada por unos sonrientes Mickey Mouse y Ronald McDonald, dos de los símbolos más potentes de la cultura estadounidense, país que permitió y coordinó el brutal ataque.

La reina victoria, de Banksy

La reina victoria, de Banksy - Fuente: pinterest.es

La provocación es una constante para llamar la atención sobre algo y es indudable que actúa como altavoz del mensaje, para hacerlo visible, una máxima del mundo del grafiti y que Banksy maneja a las mil maravillas. En este sentido, pocos grafitis más provocadores podemos encontrar en el artista de Bristol que este de la reina Victoria, todo un símbolo de la sociedad inglesa y bajo cuyo reinado Inglaterra expandió su imperio a los cinco continentes.

Durante su largo gobierno (63 años), se extendió el puritanismo[8] como doctrina y con él, una estricta conducta que llevaba aparejada la de la doble moral: aparentar una rigidez ética y escrupulosidad excesiva en sociedad y, en la intimidad, en la clandestinidad, practicar todo tipo de perversiones. En esta pintura, Banksy retrata a la reina victoria con sus atributos de poder (corona y cetro), un poder que ejerce sometiendo sexualmente a otra mujer. Además, viste a la reina con los típicos guantes y botas negras de tacón de aguja de las meretrices. Es la crítica más mordaz a esa doble moral que imperaba entre la sociedad inglesa del siglo XIX y de quien fue su máxima impulsora.

Trasladado a temas más actuales de la sociedad inglesa, como el Brexit, los políticos ingleses tampoco salen bien parados. Banksy acaba de recuperar en su página web un óleo sobre lienzo de tamaño gigantesco que estrenó en la exposición Banksy Vs Bristol Museum de 2009 y que, con motivo de su décimo aniversario, el museo ha vuelto a exponer. No obstante, la fecha elegida para su reestreno no es aleatoria: 29 de marzo, el día del Brexit, con lo que se reutiliza el cuadro como crítica velada a la incompetencia de sus políticos. En él, vemos la Cámara de los Comunes repleta… de chimpancés, que ejercen el papel de políticos[9]. En su cuenta de Instagram[10], Banksy anuncia el acontecimiento: “Hice esto hace diez años. El Museo de Bristol lo acaba de volver a exhibir para conmemorar el día del Brexit”, para acabar parafraseando una de sus célebres frases: “Ría ahora, pero un día no habrá nadie al mando”.[11]

Devolved Parliament

Devolved Parliament, de Banksy - Fuente: banksy.co.uk/

 

Otra obra cargada de connotaciones y con un fuerte componente anti Brexit, apareció en Dover el 7 de mayo de 2017 en forma de enorme bandera de la Unión Europea sobre la que un operario se ha encaramado con una larga escalera para eliminar a golpe de cincel y martillo una estrella, la del Reino Unido.

Devolved Parliament

Grafiti anti Brexit en Dover - Fuente: instagram.com

 

Los problemas migratorios por los que atraviesa la Unión Europea tampoco pasarán desapercibidos para Banksy y elaborará una gran cantidad bajo esta temática con mensajes como el rechazo que sufren, la situación de miseria en la que viven, el racismo y la xenofobia a la que se enfrentan… pero también lo bueno que tiene la inmigración, como el caso del stencilde Steve Jobs en el poblado inmigrante de Calais conocido como “La jungla” al que hacía alusión la obra Los miserables[12].

Descripción: Resultado de imagen de banksy.co.uk jobs

El hijo de un inmigrante de Siria, de Banksy – Fuente: lavanguardia.com

 

En el stencilvemos al cofundador de Apple, en la actualidad (2019) la segunda marca más valiosa a nivel mundial sólo superada por Amazon según prestigiosa revista Forbes[13], agarrando con su mano derecha un Macintosh, el ordenador que lanzaría a Apple al mercado de los ordenadores personales para luchar codo a codo con la todopoderosa IBM mientras, con la otra, carga al hombro el típico petate de los inmigrantes. No debemos olvidar que su padre fue un inmigrante sirio musulmán afincado en California, donde conoció a su madre. Con ello, Banksy recuerda los orígenes de una de las mentes más brillantes del siglo XX y primera década del XXI, el padre del Smartphone, las Tabletsy los relojes inteligentes en un momento en el que la guerra de Siria está provocando una grave crisis migratoria.

Tal vez la aportación más importante a nivel mundial de Jobs ha sido el Smartphone, cuyo número de usuarios se ha disparado hasta los 2.659 millones en 2019[14], casi la mitad de la población mundial. En Los amantes del móvil Banksy critica el consumo compulsivo del Smartphone, el cual está derivando en nuevas patologías como la nomofobia[15]. Es una crítica, en definitiva, al uso excesivo de la tecnología y que está generando nuevas y preocupantes adicciones. En la obra, vemos a dos amantes agarrados mientras consultan por encima del hombro del otro sus respectivos teléfonos inteligentes.

 

 

Los amantes del móvil

Los amantes del móvil– Banksy - Fuente: Shove y Potter 2017: 3

 

En esta era tecnológica la privacidad se está convirtiendo en un verdadero problema. Los móviles, las cámaras de las Smart TV, de los ordenadores o de las Tabletsson tapadas con pegatinas o trozos de celo para asegurarnos que no nos vigilan. No obstante, el “gran hermano” que predijera Orwell a mediados del siglo XX en su novela de ficción distópica 1984, está, ya no sólo en los dispositivos móviles, sino en todas partes: las cámaras de seguridad de circuito cerrado o CCTV de comercios, tráfico, empresas e instituciones. Esta permanente vigilancia, esta falta de privacidad justificada bajo el paraguas de la seguridad ciudadana, en definitiva, del miedo, será denunciada por Banksy en muchas de sus obras como One nation under CCTV, donde un niño está pintando con un rodillo esta frase en tamaño gigante ante la atenta vigilancia de una cámara CCTV y de un policía que lo fotografía mientras pinta; que lo vigila, a fin de cuentas, con otra lente para tener pruebas del crimen. Sin embargo, es evidente que el sistema no funciona, que delante de una cámara de vigilancia, de la cámara de un policía, el delito se sigue practicando… entonces… ¿para qué tantas cámaras? Es un engaño más del sistema para dar a entender que estamos protegidos.

One nation under CCTV, de Banksy (2008) - Fuente: Ket 2014: 80

 

Esa vigilancia excesiva por parte del poder manifiesta su propia incapacidad para solucionar los asuntos de sus ciudadanos, de procurarles una garantía de futuro y un espacio en el que conseguir sus sueños, especialmente para los más jóvenes. Por ello, han de vigilarlos, controlarlos y restringir sus movimientos, sus protestas, mediante leyes como la famosa “ley mordaza” española.

Follow your dreams - Fuente: Shove y Potter 2017: 69

 

En esta obra vemos reflejado ese mensaje: se ha cancelado la búsqueda de tus sueños, “no hay futuro para ti”, como decían los Sex Pistols[16].

Por todo ello, hay que dominar el espacio público, controlar a la sociedad mediante leyes, cámaras, propaganda, medios de comunicación, etc. Todo el aparato estatal al servicio del control social… y entonces aparece el grafiti, que nos recuerda que ese espacio es de todos, de los ciudadanos.



[2] Grupo dominante visible o élite que ostenta el poder o la autoridad en una nación.

[3] Ver Blek Le Rat en Técnica.

[4] Banksy 2006: 95. Traducción propia.

[5] Ibídem 136. Traducción propia.

[6] Ibídem 140. Traducción propia.

[7] Ibídem 142. Traducción propia.

[8] Facción radical del calvinismo.

[11] Ver Ría ahora, pero un día estaremos al mando.

[12] Ver obra Los miserables.

[16] Ver influencia punk en Técnica.

En la pantalla

Portada de Exit through the gift shop

Portada del documental Exit through the gift shop de Banksy

Fuente: screen.ly

Al margen de los grafitis que ha plasmado a lo largo de los cinco continentes, Banksy es un prolífico autor de libros[17], creador de performances y acciones críticas antisistema, escultor… e incluso ha tenido una incursión en el cine con el documental Exit Through the Gift Shop, una cinta estrenada en 2010 que resultó premiada como mejor película documental en los Independent Spirit Awards y quedó finalista de los Premios BAFTA y de los Óscar en la categoría mejor película documental, todos ellos en 2011. El documental, mezcla de realidad y ficción, relata las experiencias de Thierry Guetta, un francés afincado en Los Ángeles obsesionado por grabarlo todo y que, tras filmar a reconocidos grafiteros como Shepard Fairey, Space Invader (su primo) o el propio Banksy, se introduce en el mundo del arte urbano como Mr Brainwash (Señor Lavacerebros) inaugurando una exposición que le dará un gran reconocimiento como artista y en la cual recaudará hasta un millón de dólares en ventas. Así visto, el documental se perfila como una sátira del mundo del arte contemporáneo y la superficialidad que le rodea haciendo ver que cualquier “desequilibrado” puede obtener éxito con las herramientas de marketing y promoción adecuadas.



[17]Banging Your Head Against a Brick Wall(2001), Existencilism (2002), Cut it Out (2004) y Wall and Piece (2005).

En recintos

Dismaland, parque temático de Banksy

Dismaland, parque temático de Banksy - Fuente: britannica.com

 

Castillo de Disney, de Jeff Gillette

Castillo de Disney, de Jeff Gillette - Fuente: news.1xrun.com

En 2015 haría una de sus intervenciones más destacadas mediante la construcción de una suerte de parque de atracciones temático “no apto para niños”[20] bajo el nombre de Dismaland – Bemusement park[21], en la ciudad costera de Weston-super-Mare en Somerset, Inglaterra. Dismaland se concibió como una instalación efímera de un mes de duración que hacía una dura crítica de Disneyland y la sociedad capitalista. Con la ayuda de 58 artistas, Banksy construye un mundo totalmente opuesto al idílico vendido por Disney: caótico, sucio, esperpéntico… en definitiva, un mundo duro, cruel, donde podemos ver una versión decadente del famoso castillo de Disney, una vieja tanqueta antidisturbios a modo de fuente y tobogán que emerge de un sucio lago con inmigrantes en pateras así como una colosal escultura con dos camiones doblados obra de Mike Ross. Tampoco podían faltar personajes de Disney como una Sirenita deformada o el carro de Cenicienta volcado tras un accidente del que sobresale el cuerpo sin vida de la famosa huérfana. La esperpéntica escena se completa con un grupo de ávidos paparazis escondidos tras sus cascos de moto apuntando con sus flases al suceso… ¿una referencia al fatal accidente de Diana de Gales? Todo el conjunto, incluido un minigolf hecho con desechos, es atendido por inquietantes y deprimidos trabajadores ataviados con desvencijados chalecos de seguridad y orejas de Mickey Mouse que ofrecen a los niños préstamos al 5.000% de interés y globos negros con la leyenda “Soy un imbécil”[22].


			
			

Accidente de la Cenicienta

Accidente de la Cenicienta en Dismaland - Fuente: https://totenart.com

Entre las decenas de artistas urbanos que participaron, destacó la presencia de Jeff Gillette, un profesor de arte de California que fue el verdadero inspirador del proyecto. Gillette organizó una exposición en 2010 llamada Dismayland donde presentó una versión post-apocalíptica del famoso parque de atracciones ubicado en Orlando.

Cuadros de la exposición Dismayland de Jeff Gillette - Fuente: bnigateway.org

 

No obstante, la relación de Jeff con Banksy se remonta a 2006, cuando el californiano “bankseó” a Banksy introduciendo uno de sus cuadros en la exposición Barely Legal (Casi Legal) y dejándolo entre el resto de obras del artista de Bristol. Poco después de dejarla, su obra desapareció, considerando el propio Gillette que pasó a formar parte de la colección particular del inglés.



[21] En castellano, “Parque desconcertante”.

[22] Para más información, ver tráiler de presentación del parque en https://www.youtube.com/watch?time_continue=126&v=V2NG-MgHqEk.

El "desembarco" en los museos

Reutilización de lienzo con stencil, de Banksy

Reutilización de lienzo con stencil, de Banksy

Fuente: Banksy 2006: 169

Una de las motivaciones que mueve a los grafiteros es la gran descarga de adrenalina que supone saltarse las normas, arriesgarse al extremo para que tu firma la vea todo el mundo buscando los lugares más inverosímiles de forma que hasta el espectador menos formado en el arte del grafiti pueda entender el riesgo que conlleva ejecutar esa pintada. Banksy, como buen grafitero, es un amante del riesgo. Así lo hemos podido comprobar al pintar sobre el muro de Palestina o en la propia fachada de un edificio municipal en Bristol. Sin embargo, sus incursiones en los museos, rodeado de cámaras y vigilantes, merecen una mención aparte pues, al margen del riesgo tan alto a ser detenido y perder así su tan preciado anonimato, supone la aplicación de una nueva técnica basada en la modificación o reutilización de obras clásicas para mandar su mensaje.

Su primera incursión será en la Tate Gallery de Londres en el año 2003, cuando coloca un cuadro bucólico con una cinta de policía de prohibido el paso. En este caso, la modificación está hecha sobre un óleo sobre lienzo sin firmar que el artista se encontró en la calle a la que aplica una plantilla con cintas policíacas en las que se prohíbe el paso.

Un año más tarde, en 2004, coloca su propia versión de la Mona Lisa en el Museo del Louvre. El cuadro de Da Vinci es famoso por la misteriosa sonrisa de su protagonista, la conocida como “sonrisa inalcanzable” sobre la que se han volcado multitud de teorías.

Banksy colocando su Mona Lisa en el Louvre

Banksy colocando suMona Lisa en el Louvre

Fuente: banksyunofficial.com

Mona Lisa, de Banksy

Mona Lisa, de Banksy

Fuente: banksyunofficial.com

Banksy hace una divertida adaptación sustituyendo la cara de la protagonista por un smiley, una carita sonriente popularizada hoy por los emoticonos pero que tiene su origen a mediados de los 80 del siglo XX, cuando inundó la cultura popular a través del más variado merchandising y se convirtió en el símbolo de la música acid house que, proveniente de Chicago, sacudió la escena musical europea hacia el final del cambio de década.

Tesco tomato soup de Banksy

Tesco Tomato Soup, de Banksy

Fuente: Banksy 2006: 178

 

Un visitante del MoMa viendo la Tesco tomato soup de Banksy

Visitante del MoMA viendo la Tesco Tomato Soup

Fuente: Banksy 2006: 179

En 2005 Banksy hace una cuádruple intervención en los más importantes museos de Nueva York: MoMA, Metropolitan, BrooklynMuseumy el Museo de Historia Natural serían sus objetivos. Las obras elegidas armonizaban con las colecciones que albergaba cada uno de los museos, si bien contenían una gran carga satírica. Todas ellas están dotadas de una gran originalidad, aunque es de destacar la incursión realizada en el MoMA.  

Aquí Banksy se vale de una nueva técnica, la ilustración digital, para hacer una parodia de la famosa lata de sopa Campbells de Andy Warhol con una lata de sopa de tomate en oferta de Tesco, una cadena de supermercados inglesa que es objeto de diversas parodias por parte del artista de Bristol. Lo más curioso de esta intervención es que, si las otras obras fueron retiradas con relativa rapidez por los agentes del museo, ésta estuvo seis días expuesta. Tras ponerla, Banksy pudo observar la reacción del público:

“Después de sacar la foto, me tomé cinco minutos para ver lo que pasaba después. Un montón de gente se acercó, miró y prosiguió su camino entre confundidos y ligeramente engañados. Me sentí como un verdadero artista moderno.” Banksy[23]

Aunque en estas intervenciones se cuela en los museos para colocar sus trabajos, no tardaría mucho en llegarle la oportunidad de exponer de forma “legal” una amplia muestra de sus obras en la exposición de 2009 Banksy Vs Bristol Museum. El museo de su ciudad natal albergó más de 100 obras, algunas de ellas inéditas, entre las que se incluían cuadros modificados, esténciles, esculturas y performances que se intercalaron en ocasiones con cuadros permanentes del propio museo.

Las espigadoras, de Jean-François Millet

Las espigadoras, de Jean-François Millet

Fuente: Wikipedia.org

 

 

Versión de Las espigadoras, de Banksy

Versión de Las espigadoras, de Banksy

Fuente: aeromental.com

 


En esta obra que albergó la exposición del Bristol Museum, Banksy extrae elementos del propio cuadro como si tuvieran vida propia, algo que utilizará ampliamente en otras de sus obras. En este caso, hace una modificación de Las espigadoras, de Jean François Millet, en la que una de las campesinas se toma un descanso para fumarse un cigarrillo saliendo del propio cuadro y sentándose sobre el marco.



[23] Banksy 2006: 79. Traducción propia.

Banksy al mejor postor

Portada de Saving Banksy

Portada del documental Saving Banksy, emitido por Netflix

Fuente: notodo.com

Si bien a Banksy y al resto de artistas urbanos parece que por ahora las puertas de los museos les están cerradas, las galerías de arte y las casas de subastas, menos escrupulosas que aquéllos a la hora de establecer qué es arte si detrás hay una considerable cantidad de ceros, parece que han tendido la alfombra roja a las obras de Banksy. En el documental Saving Banksy (Colin Day, 2017) encontramos enfrentadas cuatro posturas con intereses diametralmente opuestos: los artistas, partidarios del mantenimiento de sus obras en la calle, donde pertenecen, a pesar de que duren menos de 48 horas; Brian Greif, un coleccionista de arte que financia de forma altruista la salvación de una obra de Banksy (la conocida como la Rata de la calle Haight o La rata socialista, de San Francisco) destinada a ser borrada debido a las duras leyes antigrafiti californianas para ofrecerla gratis a diversos museos; la de los museos, quienes no consideran la obra de Banksy como arte y, por tanto, no la quieren… y la del “villano” de la película, Stephan Keszler, un marchante de arte autoproclamado “fan número 1 de Banksy”[24] que comercializa su obra por cientos de miles de dólares y que trata por todos los medios de hacerse con la pieza de la rata, por la que llega a ofrecer 500.000$, una cifra mareante que aun así dista de la máxima oferta recibida por Greif: 700.000$.

Sorprende la actitud del Museo de Arte Moderno de San Francisco que rechaza la obra bajo el pretexto de que no está firmada o no tiene la autorización del autor para exhibirse en un museo. No obstante, la obra sí está autentificada en la página web de Banksy. Ben Eine, grafitero amigo de Banksy, afirma en el documental que “el grafiti, arte callejero... les asusta. Si lo entendieran, estarían comprándolo, vendiéndolo como churros y coleccionándolo”.

Esa llegada a las galerías de arte divide a los artistas urbanos en dos vertientes: el propio autor de la obra, que no quiere que su obra salga de la calle, que no obtiene ningún beneficio por ello… y aquellos artistas que ven detrás de estas ventas la mano del autor, quien se enriquece con ello, quien reniega de los valores del arte urbano; quien, en definitiva, es un “vendido”. El propio Greif compara en el documental el grafiti con un ciervo al ver la obra que ha protegido en una exhibición: “Cuando ves a un ciervo salvaje es guay. La cabeza de un ciervo en la pared no es tan guay”.

Banksy, en este sentido, es defendido y atacado a partes iguales, pero también utilizado. Tras la exposición que le catapultó, Barely Legal, Banksy colapsó al ver que sus obras se revendían por miles de dólares al día siguiente y se tomó un respiro… mientras preparaba su venganza ese mismo año de 2006. Así, cogió una copia de su Girl with balloon y montó una trituradora de papel en el gran marco de madera que le puso esperando el día que se subastara. Y este día llegó: 5 de octubre de 2018 en la prestigiosa casa de subastas Sotheby’s de Londres. El valor estimado de la obra de Banksy oscilaba entre las 200.000 y las 300.000£. Finalmente se adjudicó por la mareante cifra de 1.042.000£[25] cuando, en el momento del mazazo, un pitido comenzó a salir del cuadro y la obra se deslizó hacia abajo mientras se trituraba.

La obra original

La obra original

Fuente: sothebys.com

 

La obra tras pasar por la trituradora

La obra tras pasar por la trituradora

Fuente: sothebys.com

 

Ante el estupor general, los asistentes de la casa de subastas retiraron inmediatamente la obra.

Al día siguiente, Banksy publicaría en su web un vídeo en el que se mostraba el proceso de construcción de la trituradora en el marco así como el momento en el que se autodestruye[26] indicando que el mecanismo falló, pues la obra se debía destruir completamente. En una muestra más de la locura que se vive en torno al mundo del arte y más en concreto a Banksy, según la revista Fortune[27] el cuadro ha pasado a valer el doble y ha sido rebautizado como Love is in the bind (el amor está en la papelera), parafraseando la famosa canción de John Paul Young Love is in the air (el amor está en el aire). Sotheby’s refrenda esta locura publicando un artículo en su página web donde anuncia la obra como el último trabajo de Banksy “creado en directo en la subasta”[28]. Todo ello ha puesto en el centro de las sospechas a la casa de subastas y al propio Banksy acusados de orquestarlo todo para aumentar el valor de sus obras y darse publicidad, algo negado por ambos.


	
	

 

Banksy no se siente cómodo en las galerías de arte y rechaza toda exhibición de su obra organizada por terceros. Así, dentro del minimalista menú de su página web, ha incluido recientemente un nuevo epígrafe, Shows, en el que muestra todas las exposiciones hechas a lo largo y ancho del globo en Madrid, Atenas, Miami, Berlín, Melbourne, Toronto, Estambul… ¡hasta en Tel Aviv!, capital cultural de Israel, blanco de las actuaciones palestinas de Banksy. En este apartado incluye la siguiente leyenda:

“Los miembros el público deben ser conscientes que recientemente ha habido una serie de exhibiciones de Banksy ninguna de las cuales ha sido consensuada. Han sido organizadas en su totalidad sin el conocimiento o la participación del artista. Por favor, trátenlas consecuentemente”.[29]

No obstante, y a pesar de todos los esfuerzos del artista británico por desmarcarse de toda esta locura que gira en torno a su obra, sigue siendo acusado en multitud de círculos artísticos de “vendido”, un sambenito difícil de sacudirse.


[24] Ben Eine. Day 2017 

[29] Ver en http://www.banksy.co.uk/shows.asp. Traducción propia.

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